Cuando sientas que ya no puedes seguir adelante, no te rindas, siempre Dios abrirá una nueva puerta por donde puedas pasar.
Cuando te sea díficil creerle a Dios, solo dile "ayúdame a mi incredulidad".
Cuando pienses que ya no se puede, es cuando Dios intervendrá.
Cuando tus fuerzas se terminen, sigue tu camino con las de Dios.
Cuando estñes terminando de leer este pensamiento, no dudes, Dios te está hablando.
Yo mismo he experimentado momentos duros en la vida, y solo he llegado a una conclusión: No hay imposible para Dios.
viernes, 25 de julio de 2008
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